“La razón principal de todas las traiciones del auténtico Jesús está en que escuchamos con exagerada deferencia la moda contemporánea en lugar de prestar atención a la palabra de Dios. La exigencia de ser pertinentes se vuelve tan imperiosa que sentimos la necesidad de capitular ante ella, cualquiera sea el costo. Estamos familiarizados ante este tipo de presión en el mundo comercial, donde la gente que se ocupa del marketing determina el producto de la firma, descubriendo lo que tiene salida, lo que el público quiere comprar. A veces pareciera que las fuerzas del mercado fueran las que mandan en la Iglesia también”
John Stott; El Cristiano Contemporáneo; p.23
El epígrafe que introduce este artículo pone los puntos sobre las íes en las implicancias y exigencias de la post modernidad, y de paso, en nuestros indicadores de éxito ministerial. Las estadísticas de crecimiento de la iglesia evangélica son “preocupantemente alentadoras”, debido a que si bien es innegable que las denominaciones evangélicas vienen creciendo significativamente, también es cierto que el papel de la Iglesia Bautista ha sido bastante discreto; por usar un adjetivo amable. Conviene, pues, revisar el enfoque de la obra evangelizadora antes de dejarse llevar por medidas que podrían rebasar las fronteras de lo ético.
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